En camino hacia un futuro eléctrico

Volvo se comprometió con la movilidad eléctrica desde el principio y de forma constante. Ahora los suecos están anunciando sus próximos pasos, incluido un nuevo buque insignia eléctrico.  

Un nuevo buque insignia electrónico, baterías más potentes y tecnologías más patentadas: Volvo ahora ha trazado su camino hacia el futuro cercano del automóvil. Y será eléctrico.  

Más espacio para el diseño escandinavo

Los suecos ofrecen ahora una primera perspectiva de sus próximos coches eléctricos con el estudio Concept Recharge, que combina el estilo de diseño actual de la marca con la nueva libertad creativa de una plataforma pura de coches eléctricos. Debido a que no es necesario reservar espacio para el motor de combustión, la longitud del capó se contrae mientras aumenta la distancia entre ejes. Como resultado, hay mucho más espacio en el interior, que, como de costumbre, está amueblado con un estilo escandinavo sobrio. El elemento definitorio es una gran pantalla táctil. Volvo aún no dice qué modelo específico sugiere el estudio. En términos de tamaño, el concepto se ubica entre el XC60 y el XC90, pero es más plano y parece más combinable.  

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El próximo modelo electrónico de la marca definitivamente será la nueva edición del XC2022 a partir de 90, por primera vez en una arquitectura puramente eléctrica. Sin embargo, el SUV grande no es la única innovación eléctrica: la marca planea tener cinco modelos eléctricos en su gama para 2025. Además del XC40 Recharge y C40 Recharge ya disponibles, esto también debería incluir un sucesor eléctrico del SUV de gama media XC60.  

Nuevas celdas para la salida del motor de combustión.

Al igual que en el estudio, las baterías de los móviles eléctricos se encuentran en la parte inferior de la carrocería. A diferencia del pasado, Volvo no quiere simplemente comprar los sistemas de almacenamiento, sino participar más en el desarrollo junto con su socio Northvolt. También se planea la producción de celdas conjuntas, lo que permitirá a Volvo asegurar el reabastecimiento de la batería para la conversión planificada a un fabricante de automóviles eléctricos puros para 2030.  

En un futuro cercano, se espera que la capacidad de las baterías de iones de litio NMC crezca hasta en un 50 por ciento; para la segunda mitad de la década, los suecos ya están planeando una autonomía de casi 1.000 kilómetros. Además, la batería ya no se diseñará como un componente separado, sino que se integrará en la estructura del vehículo; Volvo está planeando principalmente los bajos para esto. "Cell-to-car" es el nombre de esta tendencia, que también están promoviendo otros fabricantes de coches eléctricos.  

Más poder

Además de mayores rangos, Volvo también promete mejoras en la carga. Los próximos e-móviles de la marca deberían, por ejemplo, poder devolver energía a la red eléctrica. Y para la próxima generación, los suecos están anunciando una capacidad de carga en el rango de 350 kW, que debería ir de la mano con el cambio a una arquitectura de 800 voltios.  

Además de la electrificación, Volvo también quiere invertir en digitalización y conducción autónoma. Los suecos están planeando un nuevo sistema de información y entretenimiento que se basará en el último sistema operativo Android Automotive utilizado, pero aparecerá de forma independiente. Además, se instalará en los vehículos una nueva y potente computadora central, para lo cual Volvo desea desarrollar partes del propio software y mantenerlo actualizado. Por último, pero no menos importante, la compañía ha anunciado que equipará los futuros modelos con hardware para la conducción autónoma. Entre otras cosas, los sensores lidar, los llamados escáneres láser, se convertirán en estándar. 

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