Los coches de empresa baratos en Alemania tienen un impacto especialmente fuerte en el clima. Sin embargo, también podrían ser una palanca para reducir las emisiones de CO2 en el tráfico de automóviles, como sugiere un estudio.
Los coches de empresa son responsables de la mayor parte de las emisiones de CO2 de los coches nuevos en Alemania. Los coches de uso comercial representan el 76 por ciento de las emisiones totales, según un estudio de la organización medioambiental "Transport & Environment". Si se electrificara la flota, las emisiones de CO2 de toda la flota de automóviles podrían reducirse en alrededor de un 30 por ciento.
La alta proporción de emisiones de gases de efecto invernadero de los coches de empresa y el gran potencial de ahorro en este ámbito se debe, por un lado, al gran número de vehículos. Durante años, los automóviles comerciales han representado alrededor de dos tercios de las nuevas matriculaciones, también porque los automóviles de empresa gozan de especial privilegio fiscal en Alemania. Además, los automóviles utilizados para viajes de negocios se duplican al año en comparación con los vehículos puramente privados. Por último, pero no menos importante, están representados muchos vehículos grandes y altamente motorizados con un consumo correspondientemente elevado, especialmente entre los coches de empresa clásicos de prestigio. Hasta ahora, solo el 5,5 por ciento funciona de forma puramente eléctrica.
En este contexto, “Transport & Environment” aboga por la electrificación rápida de la flota de vehículos de la empresa alemana. Sin embargo, esto no significa híbridos enchufables; solo teóricamente son más amigables con el clima, pero en la práctica generalmente emiten no menos CO2 que los automóviles convencionales porque se cargan con muy poca frecuencia. Además, según los autores del estudio, Alemania debería revisar su sistema fiscal y dejar de promover los coches nocivos para el medio ambiente.